En nuestros tiempos es algo habitual que la música electrónica se haya fusionado prácticamente con todos los demás estilos musicales, y muchos artistas ajenos a la electrónica experimentar con ella. Esto es algo que viene de lejos, pero no ha sido cosa de dos días. La electrónica fue, en sus inicios, un movimiento experimental que solo unos pocos “locos” seguían y que, con el tiempo, ha ido calando muy profundo en nuestra sociedad. Hoy les contaremos, desde Wololo Sound, cómo surgió la fusión del jazz y la música electrónica.
El jazz surgió conceptualmente como un nexo entre varios estilos de música afroamericana con la improvisación y el swing en común. En origen fue un movimiento musical llevado a cabo por esclavos afroamericanos, que adaptaron sus tradiciones con influencias de la música europea. Esto es muy anterior a los primeros músicos electrónicos. Durante varias décadas los dos movimientos siguieron sus caminos separados. ¿Y cuándo se entrelazaron? Artistas muy respetados en la escena primigenia del jazz como Paul Bley ya comenzaron a incluir sintetizadores moog en los años 60. Se lanzaron álbumes muy tempranos de la década de los 60, 70 y 80 que atisbaban un primer acercamiento entre ambas corrientes.
Entre todos estos discos destaca ‘Future Shock‘ (1983) del maestro Herbie Hancock. Sin lugar a dudas este álbum es una escucha casi obligatoria para cualquier amante de la música electrónica (y música en general) que quiera echar una mirada atrás para ver con perspectiva la música del último siglo. Toda una obra de culto que combinaba el virtuosismo del jazz con funky muy desenfadado y accesible y electrónica de sus primeros compases. Es curiosa la forma de hacer algo digerible de dos estilos tan experimentales en su esencia, algo muy común hoy en día, pero en aquel momento era algo totalmente revolucionario y casi impensable (quitando casos excepcionales). Todo en este disco es perfectamente atemporal.
Otro punto importantísimo en esta peculiar fusión son los primeros compases del hip-hop instrumental, que se basaba en fragmentos de piezas de la música jazz, soul o funky, los retorcían y mezclaban y conseguían ampliar los horizontes rítmicos y nuevos subgéneros. Hay discos de estos “beatmakers” que sampleaban mucho jazz y tenían este estilo como principal base para sus composiciones, pero quizá no supongan esa fusión disruptiva entre dos mundos prácticamente opuestos, sino más bien una reinterpretación de lo ya establecido. Quizá el álbum que mejor supo conservar la esencia del jazz y adaptarla al hip-hop de los años 90 fue ‘Meiso‘ de DJ Krush, obra magna del sampling.
Pero si hubiese que nombrar el álbum moderno que marca el punto de inflexión final entre la electrónica más pura y el jazz ese sería ‘Hard Normal Daddy‘ (1997) de Squarepusher, que combina el IDM, jungle o breakbeat que ya cobraban fuerza en Europa con fuertes influencias de los músicos de jazz. Una apuesta completamente revolucionaria y que se adelantó a su tiempo. Unos pocos años después sale el ‘Tourist’ de St. Germain que, pese a no ser tan radical en cuanto al choque cultural, si supone la base de mucha de la música electrónica de baile de nuestro tiempo, con influencias del jazz y el funky, y nos pondría en contexto de un sonido que evolucionaría al house actual, pareciéndose mucho al sonido de artistas como Daft Punk.
Esta fusión tan apasionante de estilos no ha parado ni un segundo, y en los últimos años hemos tenido la suerte de ver proliferar cada vez más este “jazz electrónico” (por ponerle un nombre), en el que los límites entre ambas culturas están ya muy difuminados, y hay matices de muchísimos estilos modernos y clásicos. Para terminar esta historia vamos a fijarnos en algunos de los nombres por los que puedes empezar a escuchar fusiones del jazz con electrónica en la actualidad.
Los 10 mejores álbumes de la década según la comunidad de Reddit.
Thundercat
Stephen Lee Bruner, uno de los artistas más respetados de la última década, tiene una carrera es casi intachable. Aunque sus trabajos en solitario no sean tan sonados, pero sus colaboraciones en proyectos de gente como Kendrick Lamar, Flying Lotus o Childish Gambino son tremendamente aclamadas.
Sus discos en solitario son proyectos en los que colaboran una enorme cantidad de músicos de diversa índole. Una riquísima fusión de jazz con funky, R&B y estilos electrónicos como el acid o el downtempo.
Moses Boyd
Con el lanzamiento de su segundo disco ‘Dark Matter‘, la carrera de Moses Boyd ha dado un salto de calidad hacia el éxito rotundo. La crítica ha puesto por las nubes su propuesta tan peculiar, que aglutina el afrobeat, el dubstep, el jazz, el funk o el soul en una imprevisible y extravagante vorágine de estilos. Instrumentalmente este álbum es una joya, y Moses ya está colaborando con grandes nombres de la escena alternativa como Yves Tumor. El techo es el infinito.
Jungle By Night
Esta banda es todo un diamante en bruto. El colectivo holandés explora con ahínco los límites de la música de baile y el jazz instrumental y nos deja momentos de gran intensidad y sorpresas Están presentes en eventos selectos tanto de electrónica como de jazz, prueba inequívoca de que hilan muy fino y su clase no pasa desapercibida.
Destaca especialmente su disco ‘The Traveller’, en el que incorporan una gran cantidad de sonidos procedentes de la música tradicional de distintos lugares del planeta. ¡Y lanzan nuevo disco en apenas unos días!
Tenderlonious
Además de su carrera en solitario, Ed Cawthrone es el jefe del sello 22a, uno de los más prolíficos de la escena jazz experimental y electrónica, de donde han salido nombres como Ruby Rushton, Kamaal Williams o Yussef Dayes (también 100% recomendables), así como la apasionante tendencia del acid jazz, que reinterpreta las raíces clásicas del funky con elementos tribales y del house. El pasado 2020 lanzó uno de los grandes discos con inspiración en el confinamiento, titulado ‘Quarentena‘.
Jaga Jazzist
Y para cerrar esta serie de recomendaciones, el colectivo noruego que lleva casi dos décadas haciendo acopio de una extensa y rica variedad de patrones sonoros (para el deleite de sus fans). Su primer disco ‘A Livingroom Hush’ tuvo gran acogida entre la crítica, y no han dejado de reinventarse en direcciones imprevisibles y excitantes. Matices del jazz más puro combinados con un aderezo de estilos electrónicos experimentales, e incluso cercanos a estilos más de la cultura popular como el synthpop. Endiabladamente evolutivos e innovadores, Jaga Jazzist se han ganado el respeto de todos y han recibido remezclas de grandes artistas electrónicos de nuestro tiempo, como Todd Terje o Clark.
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