¿Un pequeño productor musical en algún colegio? Seguro que más de una vez hemos cuestionado la enseñanza musical en los centros educativos e incluso planteando dar lecciones de producciones musicales digitales. Desde Wololo Sound hablaremos de la música con la que se nos educa en los colegios y la posibilidad de impartir clases en las que la música electrónica comparta hueco con la música clásica.
Muchos de nosotros hemos podidos pasar varios años con las primeras enseñanzas de una teoría musical básica y estudiando el contexto y las características de la música clásica a fondo, cosa que a muchos alumnos le provocaba una desconexión o sentía poca motivación a la hora de estudiar este tema. Debido a esto en alguna que otra aula se ha llegado a exigir equilibrar esta asignatura e investigar otros estilos musicales más escuchados en la actualidad.
Pese a ser una asignatura que queda en segundo plano y que no tiene gran importancia para gran parte del alumnado de todos los colegios, es un módulo esencial ya no por la gran aportación cultural, sino por la esencialidad que tiene para nuestro cerebro e incluso al ser ‘no tan importante’ siempre nos puede ayudar a evadirnos de la carga de trabajo por los estudios.
Sin embargo, como ya hemos dicho, desgraciadamente la enseñanza se limita a conocimiento muy básicos sobre teoría musical, características e historia de la música clásica o tocar instrumentos de los más sencillos como la flauta (muy frecuente en los centros educativos españoles). Por suerte, hay algunos ‘rebeldes’ que optan por adentrarse más, desvelar conocimientos, utilizando esta música como vehículo de enseñanza e incluso despertando alguna pasión o gusto a más de algún alumno.
No es solo tratar de varios tipos de géneros en la asignatura de música para lo que estamos redactando este artículo, ya que hay algún estudio que indica que estudiar o trabajar con música de fondo (electrónica en este caso) aumenta la productividad y concentración. Ese caso ha sido demostrado por Ground Kids, un programa pedagógico y cultural que usaba estrategias innovadoras las cuales incluían la música electrónica para fomentar un mejor ambiente de trabajo en las aulas. Buenos ejemplos pueden ser las técnicas que utilizaban para enseñar la tabla de multiplicar por medio de los tiempos de la música o la gran capacidad de desenvolverse de niños autistas con clases utilizando estos métodos.
Tras sacar su álbum orquestral, Camo & Krooked abrían los ojos a muchos diciendo: ‘No queremos ser incestuosos con nuestro propio género. Queremos traer influencias de fuera, y no centrarnos en lo que ya hay dentro de nuestro género’. Una frase que podríamos aplicar en la enseñanza, ya que puede despertar el gusto o la creatividad de muchos alumnos al escuchar nuevos estilos y sonidos que nunca antes habían oído.
Los comienzos del techno en Detroit, la evolución histórica de la música electrónica, los máximos exponentes y todas las vertientes en cuanto a géneros. No podemos discutir que la música clásica es sin duda la que más riqueza histórica y cultural tiene, pero el motivo de este artículo es la ignorancia y el vacío a otros géneros y estilos musicales, lo cual cierra por completo las mentes a muchos alumnos y pone una barrera a el aprendizaje en los centros educativos.
En Birmingham, una organización benéfica llamada Youth Music apostó por ofrecer otros estilos musicales en el plan de enseñanza en los colegios: grime, hip hop y electrónica. Sustituyendo así las muy frecuentes composiciones ambiguas para conseguir hacerse con un mayor interés del alumnado, traduciéndose en un mayor desarrollo personal y social entre los alumnos que mostraban desconexiones o que parecían menos motivados.
Incluso aprovechando la entrada masiva de las nuevas tecnologías en todas las aulas, se podría llevar a cabo la programación educativa que adaptó una profesora en un colegio español para enseñar a crear música con un sintetizador. Para los más puretas puede que prime el saber tocar un instrumento como un violín, a manejarse excepcionalmente con un sintentizador; pero al fin y al cabo sigue siendo un instrumento más y el cual lleva en auge muchos años.
Si en un colegio o instituto se dan las bases para que muchas personas cumplan su sueño de ser abogado, ingeniero o periodista, ¿por qué no damos una formación para los que sueñen con ser algún día productor musical o DJ? Variar los estilos en esta asignatura puede servir para ofrecer un currículo musical inspirador y para que el centro educativo sea ‘un grifo abierto’ de nuevos talentos para la industrial
Aunque no lo parezca, la diferencia entre la música clásica y la electrónica no es tan kilométrica como parece o al menos no tanto como mucha gente cree. Al fin y al cabo todo tipo de buena música transmite cierto feeling o sentimientos escondidos tras una historia que tiene toda canción.
Y es que si indagamos un poco en esta relación entre estos dos tipos de música podemos encontrar colaboraciones de grandes referentes de la música electrónica con las mejores orquestas sinfónicas del mundo, llevando algunos himnos de la electrónica a un ámbito más clásico y consiguiendo resultados sorprendentemente sensacionales. Aquí van algunos ejemplos:
JEFF MILLS JUNTO A LA ORQUESTA SINFÓNICA DE MONTPELIER INTERPRETANDO EL MITIQUÍSIMO ‘THE BELLS’.
PAUL VAN DYK CON LA HR SINFONIEORCHESTER HACIENDO SONAR EL ‘FOR AN ANGELS’.
EL ÁLBUM ORQUESTRAL DE CAMO & KROOKED (RED BULL SYMPHONIC) COLABORANDO CON CHRISTIAN KOLONOVITS.
En definitiva, desde Wololo Sound creemos que podría ser un gran beneficio para las nuevas generaciones adoptar estos métodos de enseñanza en la que cualquier estilo diferente a la música clásica puede ser inspirador para cualquier persona y enriquecer culturalmente a muchos de los que podrían ser las futuras grandes figuras del panorama electrónico. Y no solo en el ámbito escolar, también invitamos a cualquier persona a adentrarse en cualquier género musical, ya que al final en la variedad está el gusto.
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